Jonathan García Butler (Bruselas)

25 junio 2014 Artículos
Jonathan García Butler, de treinta y cinco años, lleva desde finales del 2012 trabajando en Bruselas para la aseguradora de crédito comercial Trade Credit del Credendo Group. Fue trasladado desde Valencia a las oficinas centrales en Bruselas, donde ejerce de director de riesgos de póliza analizando los procedimientos de credit managementde los asegurados europeos.

¿Cuáles son los motivos que te llevaron al puesto actual?
La realidad en España, bien conocida por todos, es que durante los últimos años las oportunidades de trabajo escasean. En general, para los que tienen trabajo hay una situación de stand by, donde es
difícil  que  surjan  posibilidades  de  progresar  y  mejorar  profesionalmente.
Esto es frustrante para personas que sienten que pueden ofrecer mucho más y que están en el momento idóneo para demostrarlo, sensación que tengo y que seguro que es compartida por muchos de
vosotros.
Es esa sensación de estancamiento profesional, sin muchas esperanzas de que la situación cambie a corto plazo, lo que me empujó a ampliar mis horizontes y solicitar el traslado a Bruselas, donde me
ofrecían más responsabilidades y retos profesionales.

¿Cómo es la vida allí? ¿Qué diferencias encuentras con España?
Bruselas es la capital de Europa y se palpa en el ambiente. Es una ciudad muy viva, pequeña, con una densidad de población elevada... y se nota. El tráfico es imposible, el número uno mundial en la lista de ciudades con mayor congestión de tráfico según Forbes. Lo compensan los servicios públicos de metro, tranvía y autobuses que funcionan muy bien, aunque a veces van bastante saturados. Conviven gran diversidad de culturas, miras a tú alrededor y ves personas que están en tu misma situación y es fácil identificarte con ellos. Aquí todos somos extranjeros.
La vida es diferente que en Valencia, aparte de la obvia diferencia de clima que os podéis imaginar, solo diré que contemplar el sol es un fenómeno poco común por aquí. Destacaría los horarios, no solo de trabajo, sino los comercios que se dan bastante prisa en bajar la persiana y los restaurantes en cerrar cocina. Tener algo en la nevera o folletos de comida a domicilio es esencial si tienes hambre después de las ocho y media. El coste de la vida es mayor que en Valencia, siendo la vivienda el mayor gasto, pero no tanto si se compara con otras capitales como Madrid. Hay de todo, pero en general los salarios se ajustan bien a la realidad y te puedes permitir viajar con frecuencia a Valencia.
Aconsejaría, aunque es duro al principio, intentar mezclarte con personas de diferentes países. Hay muchos españoles y es fácil solamente mezclarte con lo conocido, pero tenemos que empaparnos de otras culturas para sacar el mayor provecho de la experiencia.
Está claro que cuesta adaptarse a un entorno diferente al que estamos acostumbrados en Valencia, pero, el enriquecimiento personal y laboral que aporta esta experiencia lo compensa con creces.

¿Qué te ha aportado a nivel personal y profesional esta experiencia?
La experiencia laboral es muy valiosa, ver otras formas de trabajar y entender los negocios, trabajar codo con codo con diferentes personas de todas partes del mundo, aporta muchísimo y te convierte en mucho mejor profesional. Pero, donde se notan más los efectos positivos de la experiencia de vivir y trabajar fuera, es en lo personal. Estar en contacto con un mundo diferente al acostumbrado abre la mente y permite ver más allá de las barreras que ni siquiera sabía que tenía delante. Estamos hablando de un esfuerzo personal importante, cambiar hábitos y adaptarse a otras formas de entender la vida.
Esta experiencia a nivel personal influye en tu forma de trabajar muy positivamente, sin duda creces como profesional. En  nuestra  profesión  no  sólo  debemos  adquirir  conocimientos  técnicos, sino que también tenemos que aportar otras habilidades más en la línea de lo social. Un economista que sabe identificarse con su interlocutor, sepa presentar sus ideas, entender el negocio y sobre todo adaptarse a su entorno, tiene una gran ventaja sobre los demás. Aquí es donde la experiencia de trabajar en el extranjero y donde todas las experiencias  cotidianas  que  he  mencionado  impulsan  exponencialmente todas estas habilidades, convirtiendo esta inversión personal
en la que más rentabilidad profesional cosecharás de cualquier otra. Recomendaría la experiencia de trabajar en el extranjero sobre todo a personas con algunos años de experiencia laboral en Valencia.  Las ventajas que he mencionado arriba, realmente se aprecian cuando puedes compararlas con situaciones laborales ya vividas.

¿Qué oportunidades de empleo para economistas hay en el país?
Dejando aparte los empleos públicos en la UE a los cuales se accede mediante oposiciones, la verdad es que con esta crisis internacional, no es tan fácil como antes trabajar en Bruselas en nuestra profesión, pero oportunidades hay y con un poco de dedicación se encuentran. Destacaría  a  los Big  4,  que  tienen  oficinas  enormes  y  departamentos dedicados a tributación internacional. Hay más lobbies en
Bruselas  que  en  Washington  DC  y  siempre  necesitan  personal  con estudios en economía o empresariales. Muchas empresas industriales de alrededor de todo el mundo  tienen sus sedes europeas aquí y emplean mucho personal administrativo. También demandan comerciales técnicos para personas que sepan presentar proyectos/productos y que estén dispuestos a viajar.
Eso sí, para acceder a todas estas empresas tenemos que aportar un buen dominio del inglés y algo de experiencia previa.
Es ponerse manos a la obra, estar al tanto de las ofertas que aparezcan en webs de empleo y contactar directamente con las multinacionales allí establecidas.

A nivel profesional ¿Qué consejos darías a los compañeros que se plantearan trabajar en ese país?
El inglés es esencial. Puedes vivir sin el francés y el flamenco, pero hay que dominar el inglés si quieres trabajar en algo relacionado con nuestra profesión. Debo remarcar que el tipo de domino del inglés que se necesita va más allá del que se obtiene de los títulos oficiales, tenemos que ser capaces de mantener conversaciones rápidas y ágiles. A nadie le va importar tu acento o la estructura gramatical de tus frases, quieren entenderte y que les entiendas. Recomiendo que cuando ya tengas cierto nivel, inviertas la mayoría de tu tiempo de aprendizaje en conversaciones con personas nativas. Se puede buscar trabajo en Bruselas desde España, aunque hay que estar dispuesto a viajar para las entrevistas. Sin invertir no se consiguen las cosas.
Una vez allí, el trabajo en sí no es muy diferente que en Valencia y veréis que con la formación que hemos recibido y esforzándonos en hacer las cosas bien, estamos tan preparados como cualquier otro profesional formado en cualquier otro país. Esto sin duda anima y motiva mucho, haciendo que la experiencia de trabajar en el extranjero sea un gran acierto