Cinco ventajas de compatibilizar pensión y actividad para los autónomos
La
mayoría de los trabajadores autónomos, es decir, de aquellos que, de forma
habitual, personal y directa, realizan una actividad económica a título
lucrativo, sin sujeción a contrato de trabajo, sufren una importante rebaja de
su poder adquisitivo en el momento de la jubilación. En España, es frecuente
que los autónomos coticen a la Seguridad Social por la base mínima, lo cual
implica el cobro de una pensión también mínima cuando se jubilan.
Para mejorar esta situación, desde el Registro de Economistas Asesores
Laborales (EAL-CGE) del Consejo General de Economistas, se pretende hacer valer
las ventajas que conllevaría la puesta en práctica de compatibilizar pensión y
trabajo por cuenta propia para el autónomo, en concreto las cinco siguientes:
se facilitaría el tránsito en la sucesión de la empresa familiar y
especialmente la transmisión del know-how entre generaciones de
autónomos; se evitarían situaciones de importantes quebrantos en las economías
familiares de los autónomos debidas a la pérdida de poder adquisitivo; no se
eliminarían puestos de trabajo al evitar el cierre de empresas, e incluso se
podría pensar en la generación de nuevos puestos al incorporarse otras
generaciones de autónomos a las empresas familiares; se lucharía de forma
directa contra el fraude y la economía sumergida, generando mayor recaudación
tributaria; finalmente se estaría asegurando, en gran medida, para el colectivo
de cotizantes al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) la
sostenibilidad del estado del bienestar, al tiempo que la Administración
también recauda más ingresos para el sistema. Parece interesante que propuestas
de este tipo sean tenidas en cuenta por los poderes públicos en el debate
abierto sobre la mejora de las condiciones de un colectivo que tiene tanto peso
específico en nuestro país.