Pablo Sanchis - Turquía
"Economistas valencianos. Experiencias internacionales"
Pablo Sanchis, es Licenciado en Empresariales por la Universidad de
Valencia y MBA por el Instituto de la Empresa. Actualmente trabajo a través de la firma de
consultoría financiera Year To Date como interim manager y estoy ocupando temporalmente el puesto de Head of Finance en la planta que tiene en Turquía la empresa alemana
Sas Automotive Systems.
La planta de Turquía es casi una start-up. Se constituyó en 2011 y empezó su actividad productiva en 2012. La empresa opera dentro del sector de automoción y trabaja para la filial Turca de Ford.
El puesto abarca todas las responsabilidades propias de una dirección financiera y de control de gestión en una organización multinacional: reporting periódico tanto al head of finance de la Región como a los Headquarters en Alemania, elaboración del closing periódico y reporte de los datos financieros y diversos KPI's de acuerdo con los estándares de grupo, velar por la correcta aplicación de los GAAP y de los estándares fiscales locales, colaborar en la implantación del ERP del grupo (SAP) y asegurar la correcta aplicación de los procedimientos y políticas generales establecidos desde la casa matriz. En el momento en que se encuentra la planta es también muy importante el seguimiento del presupuesto de Capex y el control sobre los niveles de caja y el presupuesto de tesorería.
¿Cuáles son los motivos que te llevaron al puesto actual?
Desde hace siete años trabajo como consultor e interim manager a través de Year To Date. La situación actual en España, donde no abundan los proyectos debido a la crisis, ha hecho que la actividad de la firma haya derivado hacia la prestación de servicios con clientes basados en el extranjero. Hablando de motivaciones personales, tuve la oportunidad de trabajar en otros países anteriormente y ésta ha sido una parte de mi experiencia que me ha enriquecido mucho en el plano profesional y especialmente en el personal, por lo que cuando surgió la oportunidad de venir a trabajar temporalmente a Turquía no lo pensé mucho.
¿Cómo es la vida allí? ¿Qué diferencias encuentras con España?
Turquía es, al mismo tiempo, un país cercano y lejano a la realidad española. Creo que el tópico de que Turquía es un país entre dos culturas (oriente y occidente) es cierto. Culturalmente tenemos ciertas similitudes, es un pueblo abierto, hospitalario, que recibe bien al extranjero, al igual que nosotros. También compartimos una gastronomía parecida, supongo que por nuestra pertenencia al arco mediterráneo (una parte importante de Turquía está abierta al mediterráneo y está muy influenciada por la cultura griega). Por otro lado, aunque Turquía es un país oficialmente laico desde los años 20 del siglo pasado, no se puede negar que la cultura del islam todavía tiene cierto peso en las costumbres diarias, especialmente fuera de las grandes ciudades. La presencia constante de mezquitas, las cinco llamadas diarias a la oración, el modo de vestir de la gente, hace que se cree
un ambiente diferente al que estamos acostumbrados en Europa. En cuanto a la vida diaria, para alguien que pasa unas 10-12 horas diarias en el trabajo, no es muy diferente de la vida que uno puede hacer en España. Los servicios, las carreteras, el tipo de viviendas que existen aquí, la proximidad a los supermercados y centros comerciales, es bastante similar a nuestra realidad, a pesar de que todavía existe un grado de desarrollo económico inferior al estándar europeo.
¿Qué te ha aportado a nivel personal y profesional esta experiencia?
A nivel personal vine buscando algo que ya experimenté en otros países: el tener trato con personas diferentes, que no ven las cosas desde el mismo punto de vista al que estamos acostumbrados en España, el poder hablar con ellos y entender qué cosas les preocupan sobre su futuro, sobre la situación de su país... Turquía está viviendo un momento de división a nivel político muy intenso: por un lado, el partido en el poder está apostando por restablecer el poder de la corriente islámica en todas las instituciones del país. Por otro lado, la gente más joven, más formada, apuesta claramente por el mantenimiento del laicismo que ha permitido que el desarrollo cultural y económico progrese con más rapidez que en otros países de la región... continuamente hay protestas en la calle en contra del afán de control del gobierno actual. Vivir esto de primera mano está siendo una experiencia muy interesante.
Profesionalmente estoy teniendo la oportunidad de trabajar en un sector muy exigente y dinámico como es el de la automoción, dentro de una organización multinacional donde el nivel de exigencia es muy alto y donde todo, absolutamente todo, debe funcionar como un reloj. Me parece muy importante también destacar la oportunidad de trabajar en otros idiomas, en mi caso mi puesto trabajo es en inglés y si me quedase aquí más tiempo me plantearía empezar a estudiar turco, pero la verdad es demasiado complicado para aprenderlo en 6-8 meses que es el tiempo que estimo estaré por aquí. El tema de los idiomas es un gran activo profesional y por este motivo, siempre que he tenido oportunidad de trabajar fuera de España he hecho un esfuerzo estudiando el idioma local. Siempre he visto una oportunidad en esto. Por último, Turquía no es un país fácil a nivel fiscal y legal. Es complejo y el control de las instituciones es muy superior al que existe en España. El grado de formalismos que se requiere para respetar la regulación local es muy elevado. El trabajar en este contexto local con gente que tiene otro tipo de educación, que no ve las cosas exactamente igual que nosotros, que no da importancia a las mismas cosas, dentro de un contexto multinacional con un grado de exigencia muy elevado debido a que las cosas se deben realizar bien, al primer intento y a tiempo, requiere paciencia, mano izquierda y en ciertos momentos mucha dosis de tranquilidad... todo ello sin duda me está enriqueciendo a nivel profesional.
¿Qué oportunidades de empleo para economistas hay en el país?
Turquía es un país que tiene varias ventajas a nivel estratégico: el coste de la mano de obra es sensiblemente más barato que en España, es un mercado de 80 millones de personas y se encuentra a 3-4 horas de avión de las principales capitales europeas. Está siendo destino de muchas empresas extranjeras que vienen a invertir al país, por lo que las oportunidades para economistas españoles aquí tiene que venir de la mano de empresas españolas que decidan establecerse en este país. Si uno está dispuesto a expatriarse y a vivir en una realidad diferente,
Turquía es un buen destino profesional. Es complicado abrirse camino aquí por uno mismo puesto que existe un control férreo sobre la inmigración y no es fácil conseguir un permiso de residencia y mucho menos uno de trabajo. Pero si se viene acompañado de una empresa que viene a invertir en el país, entonces las cosas son más fáciles a nivel legal.
A nivel profesional ¿Qué consejos darías a los compañeros que se plantearan trabajar en ese país?
En general mi consejo para todos aquellos que tengan la oportunidad y la apertura para hacerlo, es el plantearse una expatriación como parte de la carrera profesional y como fuente de desarrollo y crecimiento personal. Si el destino es Turquía entonces el modo es contactar con empresas españolas que tengan base en este país, o que estén en proceso de expandir su actividad a Turquía y mostrarles la disponibilidad para establecerse durante algunos años fuera. Los sectores de infraestructuras, ingeniería, productos de gran consumo, en general grandes empresas que buscan expandirse en terceros países, necesitan perfiles dispuestos a expatriarse, por lo que claramente veo una oportunidad laboral y de futuro profesional en ese sentido, no sólo en Turquía sino también en Brasil, China, México, otros países latinoamericanos en general, etcétera.
La planta de Turquía es casi una start-up. Se constituyó en 2011 y empezó su actividad productiva en 2012. La empresa opera dentro del sector de automoción y trabaja para la filial Turca de Ford.
El puesto abarca todas las responsabilidades propias de una dirección financiera y de control de gestión en una organización multinacional: reporting periódico tanto al head of finance de la Región como a los Headquarters en Alemania, elaboración del closing periódico y reporte de los datos financieros y diversos KPI's de acuerdo con los estándares de grupo, velar por la correcta aplicación de los GAAP y de los estándares fiscales locales, colaborar en la implantación del ERP del grupo (SAP) y asegurar la correcta aplicación de los procedimientos y políticas generales establecidos desde la casa matriz. En el momento en que se encuentra la planta es también muy importante el seguimiento del presupuesto de Capex y el control sobre los niveles de caja y el presupuesto de tesorería.
¿Cuáles son los motivos que te llevaron al puesto actual?
Desde hace siete años trabajo como consultor e interim manager a través de Year To Date. La situación actual en España, donde no abundan los proyectos debido a la crisis, ha hecho que la actividad de la firma haya derivado hacia la prestación de servicios con clientes basados en el extranjero. Hablando de motivaciones personales, tuve la oportunidad de trabajar en otros países anteriormente y ésta ha sido una parte de mi experiencia que me ha enriquecido mucho en el plano profesional y especialmente en el personal, por lo que cuando surgió la oportunidad de venir a trabajar temporalmente a Turquía no lo pensé mucho.
¿Cómo es la vida allí? ¿Qué diferencias encuentras con España?
Turquía es, al mismo tiempo, un país cercano y lejano a la realidad española. Creo que el tópico de que Turquía es un país entre dos culturas (oriente y occidente) es cierto. Culturalmente tenemos ciertas similitudes, es un pueblo abierto, hospitalario, que recibe bien al extranjero, al igual que nosotros. También compartimos una gastronomía parecida, supongo que por nuestra pertenencia al arco mediterráneo (una parte importante de Turquía está abierta al mediterráneo y está muy influenciada por la cultura griega). Por otro lado, aunque Turquía es un país oficialmente laico desde los años 20 del siglo pasado, no se puede negar que la cultura del islam todavía tiene cierto peso en las costumbres diarias, especialmente fuera de las grandes ciudades. La presencia constante de mezquitas, las cinco llamadas diarias a la oración, el modo de vestir de la gente, hace que se cree
un ambiente diferente al que estamos acostumbrados en Europa. En cuanto a la vida diaria, para alguien que pasa unas 10-12 horas diarias en el trabajo, no es muy diferente de la vida que uno puede hacer en España. Los servicios, las carreteras, el tipo de viviendas que existen aquí, la proximidad a los supermercados y centros comerciales, es bastante similar a nuestra realidad, a pesar de que todavía existe un grado de desarrollo económico inferior al estándar europeo.
¿Qué te ha aportado a nivel personal y profesional esta experiencia?
A nivel personal vine buscando algo que ya experimenté en otros países: el tener trato con personas diferentes, que no ven las cosas desde el mismo punto de vista al que estamos acostumbrados en España, el poder hablar con ellos y entender qué cosas les preocupan sobre su futuro, sobre la situación de su país... Turquía está viviendo un momento de división a nivel político muy intenso: por un lado, el partido en el poder está apostando por restablecer el poder de la corriente islámica en todas las instituciones del país. Por otro lado, la gente más joven, más formada, apuesta claramente por el mantenimiento del laicismo que ha permitido que el desarrollo cultural y económico progrese con más rapidez que en otros países de la región... continuamente hay protestas en la calle en contra del afán de control del gobierno actual. Vivir esto de primera mano está siendo una experiencia muy interesante.
Profesionalmente estoy teniendo la oportunidad de trabajar en un sector muy exigente y dinámico como es el de la automoción, dentro de una organización multinacional donde el nivel de exigencia es muy alto y donde todo, absolutamente todo, debe funcionar como un reloj. Me parece muy importante también destacar la oportunidad de trabajar en otros idiomas, en mi caso mi puesto trabajo es en inglés y si me quedase aquí más tiempo me plantearía empezar a estudiar turco, pero la verdad es demasiado complicado para aprenderlo en 6-8 meses que es el tiempo que estimo estaré por aquí. El tema de los idiomas es un gran activo profesional y por este motivo, siempre que he tenido oportunidad de trabajar fuera de España he hecho un esfuerzo estudiando el idioma local. Siempre he visto una oportunidad en esto. Por último, Turquía no es un país fácil a nivel fiscal y legal. Es complejo y el control de las instituciones es muy superior al que existe en España. El grado de formalismos que se requiere para respetar la regulación local es muy elevado. El trabajar en este contexto local con gente que tiene otro tipo de educación, que no ve las cosas exactamente igual que nosotros, que no da importancia a las mismas cosas, dentro de un contexto multinacional con un grado de exigencia muy elevado debido a que las cosas se deben realizar bien, al primer intento y a tiempo, requiere paciencia, mano izquierda y en ciertos momentos mucha dosis de tranquilidad... todo ello sin duda me está enriqueciendo a nivel profesional.
¿Qué oportunidades de empleo para economistas hay en el país?
Turquía es un país que tiene varias ventajas a nivel estratégico: el coste de la mano de obra es sensiblemente más barato que en España, es un mercado de 80 millones de personas y se encuentra a 3-4 horas de avión de las principales capitales europeas. Está siendo destino de muchas empresas extranjeras que vienen a invertir al país, por lo que las oportunidades para economistas españoles aquí tiene que venir de la mano de empresas españolas que decidan establecerse en este país. Si uno está dispuesto a expatriarse y a vivir en una realidad diferente,
Turquía es un buen destino profesional. Es complicado abrirse camino aquí por uno mismo puesto que existe un control férreo sobre la inmigración y no es fácil conseguir un permiso de residencia y mucho menos uno de trabajo. Pero si se viene acompañado de una empresa que viene a invertir en el país, entonces las cosas son más fáciles a nivel legal.
A nivel profesional ¿Qué consejos darías a los compañeros que se plantearan trabajar en ese país?
En general mi consejo para todos aquellos que tengan la oportunidad y la apertura para hacerlo, es el plantearse una expatriación como parte de la carrera profesional y como fuente de desarrollo y crecimiento personal. Si el destino es Turquía entonces el modo es contactar con empresas españolas que tengan base en este país, o que estén en proceso de expandir su actividad a Turquía y mostrarles la disponibilidad para establecerse durante algunos años fuera. Los sectores de infraestructuras, ingeniería, productos de gran consumo, en general grandes empresas que buscan expandirse en terceros países, necesitan perfiles dispuestos a expatriarse, por lo que claramente veo una oportunidad laboral y de futuro profesional en ese sentido, no sólo en Turquía sino también en Brasil, China, México, otros países latinoamericanos en general, etcétera.